¿Por qué me duermo en los coches?

Existen evidencias de que las vibraciones estables a bajas frecuencias que se producen mientras conducimos un vehculo reducen la capacidad del cerebro de mantenerse alerta, induciendo un estado similar a la somnolencia incluso entre personas que han descansado correctamente.
Índice
  1. ¿Por qué me duermo en los coches?
    1. Aprendizaje por repetición
    2. Cómo aprende nuestro cerebro a conducir?
    3. La automatización de la conducción
    4. Las vibraciones y la somnolencia al volante
    5. Consejos para evitar quedarse dormido al volante

¿Por qué me duermo en los coches?

Existen evidencias de que las vibraciones estables a bajas frecuencias que se producen mientras conducimos un vehículo reducen la capacidad del cerebro de mantenerse alerta, induciendo un estado similar a la somnolencia incluso entre personas que han descansado correctamente.

Aprendizaje por repetición

Aprendemos y recordamos muchas cosas. El aprendizaje es el proceso por el cual adquirimos nueva información, habilidades y conocimientos. La memoria, por su parte, constituye el mecanismo por el que estos son codificados, almacenados y, por ende, recuperados a posteriori (es decir, la persistencia del aprendizaje en un estado que permite manifestarlo más tarde).

Diariamente nos encontramos con una cantidad ingente de aprendizajes de diferente tipología. No es lo mismo aprender a realizar ecuaciones diferenciales o la lista de reyes godos que aprender a montar en bicicleta.

Con frecuencia, llevamos a cabo tareas que pueden enseñarse y aprenderse con el modelado o la repetición, pero que resultan difícil explicar y etiquetar de forma explícita. Dentro de estas, estaría la conducción.

Cómo aprende nuestro cerebro a conducir?

Conducir implica poner en marcha una secuencia compleja de movimientos previamente aprendidos y adecuarlos a un entorno cambiante en el que recibimos información de distinta índole. Para ello, en primer lugar, es necesario establecer conexiones directas entre los circuitos neurales que participan en la percepción (diversas regiones de la corteza sensorial de asociación), en el movimiento (diferentes regiones premotoras, motoras y de asociación implicadas en el control motor) y en funciones superiores como la atención y el control cognitivo (corteza prefrontal y corteza parietal posterior).

Esos cruces de conexiones entre distintas áreas del cerebro se establecen mediante circuitos transcorticales.

Cuando estamos aprendiendo a conducir, nos parece casi imposible conversar con el copiloto a causa de la tensión. Asimismo, nos teníamos que repetir mentalmente la secuencia de acciones a realizar: "Veamos, piso el embrague, muevo la palanca de cambio de marchas a la".

Estos procesos de aprendizaje implican una gran cantidad de recursos cognitivos y atención consciente. Sin embargo, a medida que nos vamos familiarizando con la tarea y la repetimos una y otra vez, se va produciendo una automatización de la misma.

La automatización de la conducción

La automatización es un proceso por el cual una tarea que inicialmente requiere una gran cantidad de recursos cognitivos y atención consciente se vuelve cada vez más automática y requiere menos esfuerzo mental. En otras palabras, se vuelve un hábito.

La automatización de la conducción implica que nuestro cerebro ya no tiene que estar constantemente procesando y tomando decisiones conscientes, sino que se basa en patrones y rutinas previamente establecidos. Esto nos permite llevar a cabo otras acciones o incluso desconectar nuestra mente mientras conducimos.

Sin embargo, esta automatización también puede tener consecuencias negativas. Al conducir de forma automática, nuestro cerebro puede entrar en un estado de bajo nivel de alerta, lo que nos hace más propensos a la somnolencia y la distracción.

Las vibraciones y la somnolencia al volante

Las vibraciones estables a bajas frecuencias que se producen mientras conducimos un vehículo pueden tener un efecto soporífero en nuestro cerebro. Estas vibraciones actúan como una especie de "masaje cerebral" que reduce nuestra capacidad de mantenernos alerta y despiertos.

Estas vibraciones son especialmente prominentes en los coches, ya que el motor y las ruedas generan una serie de movimientos y vibraciones que se transmiten al cuerpo a través del asiento y el volante.

Estudios han demostrado que estas vibraciones estables a bajas frecuencias pueden inducir un estado similar a la somnolencia incluso en personas que han descansado correctamente. Esto se debe a que estas vibraciones interfieren con las señales neuronales que mantienen el estado de vigilia y alerta en el cerebro.

Además, el ambiente cerrado y monótono del interior del coche también puede contribuir a la somnolencia. La falta de estímulos visuales y la repetición constante de los mismos son factores que pueden hacer que nuestro cerebro se relaje y entre en un estado de sueño.

Consejos para evitar quedarse dormido al volante

Para evitar quedarse dormido al volante es importante tomar medidas preventivas y estar consciente de los factores que pueden contribuir a la somnolencia. Algunos consejos útiles incluyen:

  • Descansar adecuadamente antes de realizar un viaje largo.
  • Hacer paradas regulares para estirar las piernas y descansar.
  • No consumir alcohol o drogas que puedan afectar la capacidad de estar alerta.
  • Elegir horarios en los que se esté más alerta y evitar conducir durante las horas de sueño.
  • Abrir las ventanillas o utilizar el aire acondicionado para mantener el ambiente fresco y evitar la sensación de calor y sopor.
  • Escuchar música o programas de radio que mantengan la mente activa.
  • Evitar la ingesta de comidas pesadas antes de conducir.

En conclusión, la somnolencia al volante puede ser causada por una combinación de factores, incluyendo la automatización de la conducción, las vibraciones estables a bajas frecuencias y el ambiente cerrado y monótono del interior del coche. Es importante tomar medidas preventivas y estar alerta para evitar poner en riesgo nuestra seguridad y la de los demás en la carretera.

Si eres de las personas que suele quedarse dormido en el autobús, puede resultarte útil conocer algunos consejos para evitarlo. Existen varias técnicas que te pueden ayudar a mantenerte despierto durante el trayecto. Una de ellas es intentar mantener una postura erguida en el asiento, evitando apoyar la cabeza en el respaldo. También puedes escuchar música o leer un libro para mantenerte entretenido. Además, es importante evitar consumir alimentos pesados o bebidas energéticas antes de subir al autobús. Si quieres conocer más consejos sobre qué hacer para no dormirse en el bus, puedes consultar este artículo: que hacer para no dormirse en el bus.

Puedes encontrar algunos consejos útiles sobre cómo dormir en los buses aquí. Dormir en un autobús puede ser un desafío, especialmente si tienes dificultades para conciliar el sueño en lugares ruidosos o incómodos. Sin embargo, con algunas técnicas y preparación adecuada, es posible descansar durante tus viajes en autobús y llegar a tu destino sintiéndote más descansado y renovado.

Espero que haya sido útil la información que te he brindado sobre por qué algunas personas se duermen en los coches. Si tienes alguna duda o quieres compartir tu experiencia, no dudes en dejar un comentario. ¡Hasta pronto!

Liliana Bonarte

Liliana Bonarte

Hola, soy Liliana una apasionada del arte de dormir mejor. Llevo años investigando y escribiendo numerosos artículos con pensamientos y consejos para lograr un descanso reparador. Espero que mis artículos te sean de gran ayuda e interés!

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